A medida que participo en distintos proyectos me pregunto sobre mi rol como consultor.
Muchas veces las empresas buscan a los consultores para que actúen como jueces ante determinada situación. Por ejemplo, un socio propone instalar un puente grúa y el otro piensa que no. Como ninguno tiene argumentos sólidos, es el consultor el que define.
Otra veces la consulta viene por el lado de "no tengo tiempo de ponerme a pensar" - dice el cliente -. Por lo que pagan a un externo para que piense, planifique y acompañe en la ejecución.
Hay trabajos de consultoria que acompañan la gestión. Forman parte de un equipo, con integrantes de la empresa, de la consultora, e incluso con otras consultoras especializadas. Son proyectos interdisciplinarios que atacan problemas puntuales y generalmente, de implementación (muchas veces con un dead line). Estos son los proyectos que me gustan a mi.
También se puede participar en los proyectos financiados. En algún post anterior escribí sobre las líneas de crédito que el estado ofrece y que las empresas usan para mejorar en productividad y competitividad.
El mundo de la consultoria y de las ideas ofrece muchas oportunidades para los profesionales. La innovación está en cada uno de los proyectos, pero mas aun en cada profesional y lo que éste inspira en la organización.
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