La expresión hace referencia a la generación de expectativas sin bases sólidas que las respalden. La venta de humo tiene una base teórica muy grande pero no tiene caso de éxito que la respalde, o bien no es factible con los recursos disponibles.
Para saber si alguien está o no vendiendo humo se pueden hacer las siguientes preguntas:
- ¿ya facturaste algún producto o servicio?
- ¿ya tuviste inscriptos en tu evento?
- ¿cambió el status quo? ¿qué indicador usas para comprobarlo?
- ¿hiciste alguna prueba piloto? ¿cómo te fue?
Si alguna o todas esas respuestas son afirmativas, no estaríamos en presencia de venta de humo.
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